Virginia Woolf nació en Londres, en 1882. Su figura ocupa un lugar primordial en la literatura de entreguerras, aunque no menor es su papel como referente del movimiento feminista.
Desarrolló una forma de narrar que conseguía dar voz y acercarnos al lado más íntimo de sus personajes.
Por otro lado, leer a Virginia Woolf es sumergirse en las fuentes de los cambios experimentados por las mujeres en nuestra sociedad a lo largo de este último siglo.
He preferido la edición de Austral con traducción de Laura Pujol, mejor que la de Alianza Editorial, obra de Jorge Luis Borges, porque he temido que los ecos de la potente voz del argentino eclipsen el sentido original de las palabras de la autora.
Virginia Woolf acabó con su vida en 1941, vencida por el miedo a su propia locura.
Hay que leer a Virginia Woolf para comprender mejor la evolución de la literatura contemporánea y los primeros pasos del feminismo moderno.
el 5 de julio de 2021
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